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Sistemas de Gestión

Un sistema de gestión en una organización es el marco integral que abarca las políticas, los procesos y los procedimientos para garantizar que la entidad pueda alcanzar sus objetivos de manera efectiva.

Los sistemas de gestión establecen estándares internacionales en diferentes áreas como gestión y aseguramiento de la calidad (ISO 9001), Responsabilidad ambiental (ISO 14001), Seguridad y Salud en el Trabajo (ISO 45001), Seguridad Vial (ISO 39001) y Riesgos Psicosociales (ISO 45003).

Las listas de Chequeo son una herramienta práctica para monitorear los sistemas de gestión en las organizaciones, pues ayudan a garantizar la coherencia, la integridad y el cumplimiento de los procedimientos establecidos.

La eficacia de las listas de verificación se basa en su capacidad para identificar pasos cruciales que, de otro modo, podrían pasarse por alto, lo que reduce los errores y mejora la confiabilidad de los procesos.

Tabla de contenido

El contexto del Sistema de Gestión

El contexto de los sistemas de gestión basados en estándares ISO, como la ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, ISO 39001 e ISO 45003, se centra en establecer marcos estructurados que las organizaciones pueden adoptar para mejorar diversos aspectos de sus operaciones.

Estas normas están diseñadas para optimizar la calidad, la gestión ambiental, la seguridad y salud ocupacionales, la seguridad vial, así como la salud y seguridad psicológicas.

A través de directrices claras, permiten a las organizaciones racionalizar procesos, cumplir regulaciones y aumentar el rendimiento general.

Además, la integración de estas normas en un sistema de gestión coherente genera beneficios significativos, incluyendo mayor eficiencia, reducción de riesgos y sostenibilidad corporativa. 

La ISO 9001, perteneciente a la serie ISO 9000, se centra en la gestión y aseguramiento de la calidad. Busca incrementar la eficiencia empresarial y la satisfacción del cliente mediante la implementación de un sistema de gestión de calidad dentro de la organización (Chowdhary & Kumar, 2023). Aplicable a organizaciones de cualquier tamaño o sector, ayuda a documentar y estructurar los elementos necesarios para un sistema de calidad eficaz. Asimismo, permite controlar los procesos empresariales, garantizando coherencia en los productos o servicios ofrecidos (Chowdhary & Kumar, 2023).

Por otro lado, la ISO 14001 proporciona un marco sistemático para gestionar las responsabilidades ambientales, contribuyendo directamente a la sostenibilidad (Ferreira et al., 2019). Mientras fortalece las dimensiones sociales y ambientales de la sostenibilidad corporativa, tiene un impacto limitado en la dimensión exclusivamente económica. Las organizaciones certificadas mejoran su desempeño ambiental, cumplen regulaciones y fortalecen su imagen corporativa (Vilavella, 2013).

En el ámbito de la seguridad laboral, la ISO 45001 aborda tanto la salud física como psicológica de los empleados, promoviendo condiciones de trabajo más seguras (Darabont et al., 2016). Es aplicable a cualquier organización, sin importar su tamaño o naturaleza, e integra la gestión de salud y seguridad ocupacional en el sistema de gestión general (Darabont et al., 2016).

La integración de normas como la ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001 en un sistema de gestión integrado (IMS) simplifica la implementación y mejora la eficiencia organizacional (Krstić & Stojković, 2019). Estos sistemas alinean estrategias y objetivos en calidad, medio ambiente y seguridad, utilizando una estructura común como el Anexo SL para facilitar la integración (Gueorguiev, 2016).

Además, la ISO 39001, enfocada en la gestión de seguridad vial, busca reducir accidentes y mejorar el desempeño en esta área. Mientras tanto, la ISO 45003 aborda riesgos psicosociales, promoviendo bienestar mental en el trabajo.

Las organizaciones deberían adaptarlas a sus contextos específicos para maximizar sus beneficios; no obstante, es fundamental integrarlas con otras iniciativas para alcanzar objetivos más amplios de sostenibilidad (Ferreira et al., 2019).

Un enfoque estratégico y adaptado asegura que estas normas sean motores de mejora y competitividad organizacional.

Historia de los Sistemas de Gestión

La historia de los sistemas de gestión en las organizaciones es un rico tapiz que abarca desde las civilizaciones antiguas hasta la era moderna y refleja la evolución de las necesidades sociales junto con los avances tecnológicos.

Los primeros sistemas de gestión estaban profundamente ligados a las estructuras estatales y religiosas, como se observa en el antiguo Egipto, donde se implementaron sistemas centralizados y jerárquicos para administrar recursos y mano de obra de manera eficiente (Glemain & Pesqueux, 2020). A lo largo del tiempo, estos sistemas evolucionaron, influidos por el pensamiento filosófico y económico, lo que dio lugar al desarrollo de prácticas de gestión más formalizadas.

En la antigüedad, los sistemas de gestión en Egipto se caracterizaban por un control centralizado bajo el faraón, orientado a la asignación eficiente de recursos y la gestión laboral (Glemain & Pesqueux, 2020).

De manera similar, durante el siglo VI, la Orden Benedictina introdujo principios organizativos tempranos que enfatizaban la estructura y la disciplina, sentando bases esenciales para futuras prácticas organizacionales (Cornuel et al., 2022).

Más adelante, en el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino contribuyó significativamente al entendimiento de la creación de valor, lo cual sirvió como fundamento para los conceptos de comercialización que emergieron en épocas posteriores (Cornuel et al., 2022).

Con la Revolución Industrial, se produjo un cambio crucial en los sistemas de gestión, caracterizado por la aparición de enfoques mecanicistas y formales centrados en la contabilidad y la eficiencia (Carenys, 2011).

En el siglo XVII, las organizaciones comenzaron a reconocer la importancia del valor para el consumidor, marcando el origen del marketing moderno (Cornuel et al., 2022).

Estos avances transformaron las prácticas organizacionales, integrando aspectos más estructurados y orientados al cliente.

En la actualidad, la Cuarta Revolución Industrial ha impulsado el desarrollo de modelos organizativos adaptados a la transformación digital y la innovación tecnológica (Petrov, 2021).

Los sistemas de gestión contemporáneos integran controles formales e informales, combinando indicadores financieros y no financieros para crear «paquetes de control» más integrales (Carenys, 2011).

Sin embargo, la evolución de los sistemas de gestión no ha estado exenta de críticas. Estudios recientes han explorado historiografías alternativas, incluyendo perspectivas antihistóricas y poscoloniales, que cuestionan las narrativas tradicionales y subrayan la necesidad de una comprensión más inclusiva de la historia de la administración (Mills & Novicevic, 2019).

La trayectoria histórica de los sistemas de gestión evidencia un progreso continuo hacia la complejidad y la integración.

Uso y aplicaciones de los Sistemas de Gestión

Los sistemas de gestión basados en normas ISO, como ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, ISO 39001 e ISO 45003, desempeñan un papel esencial en la mejora del rendimiento organizacional en múltiples áreas.

Estas normas proporcionan marcos claros para gestionar la calidad, el medio ambiente, la salud y seguridad ocupacional, la seguridad vial, así como la salud y seguridad psicológicas.

Además, la integración de estos sistemas en una estructura cohesiva puede generar beneficios importantes, como mayor eficiencia, cumplimiento normativo y satisfacción de las partes interesadas.

Gestión de la calidad (ISO 9001)
La ISO 9001 establece un marco para los sistemas de gestión de la calidad (SGC), facilitando el cumplimiento de los requisitos normativos y de los clientes. Por ejemplo, su implementación permite mejorar la calidad de los productos, lo que incrementa la satisfacción de los clientes y fortalece la competitividad en el mercado (Drljača, 2011). Asimismo, las organizaciones certificadas suelen experimentar mayor eficiencia operativa y reducción de residuos, traduciéndose en ahorros significativos de costos (Sánchez & Fabián, 2018).

Gestión medioambiental (ISO 14001)
La ISO 14001, por su parte, proporciona herramientas efectivas para mejorar el desempeño ambiental de las organizaciones. Por un lado, ayuda a reducir la huella ambiental y cumplir con los requisitos legales; por otro, promueve la sostenibilidad organizacional (Samy et al., 2015; Eriksson & Hansson, 2006). Las empresas que adoptan esta norma tienden a lograr mayor eficiencia en el uso de recursos y una reducción significativa de riesgos ambientales, mejorando así su reputación corporativa (Vázquez & Rodríguez, 2011).

Salud y seguridad ocupacional (ISO 45001)
La ISO 45001 está diseñada para gestionar los riesgos laborales y promover ambientes de trabajo más seguros. Por consiguiente, su implementación puede reducir los incidentes laborales, mejorar la moral de los empleados y asegurar el cumplimiento de las normativas en salud y seguridad (Sánchez & Fabián, 2018; Yu, 2001). Además, este enfoque contribuye a disminuir los costos de los seguros y a aumentar la productividad mediante la reducción de interrupciones operativas (C, 1996).

Seguridad vial (ISO 39001)
La ISO 39001 ofrece un marco específico para gestionar los riesgos asociados a la seguridad vial, con el objetivo de prevenir accidentes de tráfico y mejorar la seguridad en el transporte. Esta norma es particularmente relevante para empresas de transporte y logística, ya que les permite operar de manera más segura y confiable (Carr & Nanni, 2008). De hecho, su adopción no solo reduce los incidentes de tráfico, sino que también fortalece la reputación organizacional al contribuir a la seguridad pública (Griffith, 2010).

Salud y seguridad psicológicas (ISO 45003)
La ISO 45003 aborda la salud psicológica en el trabajo, centrándose en problemas como el estrés y el agotamiento. Por lo tanto, las organizaciones que implementan esta norma pueden fomentar entornos laborales más saludables, mejorando tanto el bienestar como la productividad de sus empleados (Carr & Nanni, 2008). Además, ayuda a mitigar riesgos psicosociales, aumentando el compromiso de los trabajadores y reduciendo el absentismo (C, 1996).

Si bien la integración de estos sistemas de gestión presenta numerosos beneficios, también implica desafíos. Por ejemplo, alinear los diferentes sistemas con los objetivos estratégicos organizacionales puede ser complejo. No obstante, la implementación de un sistema de gestión integrado (IMS) permite racionalizar procesos, reducir duplicidades y optimizar recursos (Eriksson & Hansson, 2006; Djapic & Lukic, 2007). 

Listas de Verificación y Sistemas de Gestión

Las listas de verificación desempeñan un papel fundamental en la mejora de la eficiencia y la adherencia a los sistemas de gestión basados en normas ISO, como las ISO 9001, 14001, 39001, 45001 y 45003. Estas herramientas estructuradas permiten estandarizar procesos, garantizar el cumplimiento normativo y minimizar los errores en tareas críticas. Su eficacia es especialmente notable en entornos complejos, donde las omisiones involuntarias pueden comprometer significativamente los resultados operativos y de calidad.

Garantizando la adherencia a los procesos
Las listas de verificación son esenciales para asegurar que se sigan todos los pasos necesarios en un proceso, reduciendo así la probabilidad de errores. Por ejemplo, en modelos estandarizados como la ISO 9001, estas listas facilitan el cumplimiento de los requisitos específicos para la certificación, ayudando a las organizaciones a evaluar de manera consistente su adherencia a los estándares establecidos (Velarde et al., 2006). Además, permiten identificar áreas de mejora al proporcionar un conjunto claro de requisitos y asignarles ponderaciones para medir su impacto.

Aumentando la eficiencia y la coherencia
Al actuar como guías prácticas, las listas de verificación simplifican la ejecución de tareas complejas, mejorando tanto la eficiencia como la coherencia operativa. Esto resulta particularmente beneficioso en sectores como la salud y la manufactura, donde la precisión y el tiempo son críticos para el éxito. Al garantizar que se lleven a cabo todas las acciones necesarias, estas listas no solo reducen la variabilidad de los procesos, sino que también fomentan la confiabilidad en los resultados (Lozano et al., 2013).

Fortaleciendo la calidad y la seguridad
En el ámbito sanitario, se ha demostrado que las listas de verificación reducen significativamente los riesgos asociados con la omisión de pasos críticos, mejorando así los resultados para pacientes y profesionales (Cyzyk, 2014). Este principio puede extrapolarse a otros sistemas de gestión, como la ISO 14001 y 45001, para abordar cuestiones ambientales y de seguridad en distintos sectores (Wyrębek, 2012). A través de la identificación de puntos débiles, estas listas permiten a las organizaciones actuar de manera proactiva, fortaleciendo sus estándares de calidad y seguridad.

Facilitando el cumplimiento y la supervisión
Las listas de verificación sirven también como herramientas efectivas de autoevaluación y supervisión. Al proporcionar un marco estructurado para auditorías e inspecciones, ayudan a las organizaciones a identificar y resolver incumplimientos de forma oportuna. Esto es particularmente relevante en entornos donde se realiza observación directa para evaluar la conformidad con los protocolos (Klovach et al., 2023; Erro-Iturri et al., 2023).

Apoyando la formación y la comunicación
Además de su función operativa, las listas de verificación son valiosas como herramientas de formación. Ofrecen instrucciones claras que facilitan la capacitación de los empleados sobre los requisitos de las normas ISO, fomentando una cultura de cumplimiento dentro de las organizaciones (Pessoa et al., 2024). Asimismo, mejoran la comunicación al definir roles y responsabilidades de manera clara, lo que resulta clave para la implementación efectiva de los sistemas de gestión (Comas et al., n.d.).

El impacto de las Listas de Chequeo depende de una implementación adecuada y de su integración en la cultura organizacional; complementarlas con programas de formación continua y estrategias de mejora puede maximizar sus beneficios y garantizar su relevancia en entornos dinámicos.

Desafíos y tendencias de los Sistemas de Gestión

La integración de sistemas de gestión basados en estándares como ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, ISO 39001 e ISO 45003 implica tanto desafíos como tendencias emergentes para las organizaciones.

Estas normas, que cubren calidad, medio ambiente, salud y seguridad ocupacional, seguridad vial y salud psicológica, respectivamente, se consolidan en un Sistema de Gestión Integrado (IMS).

Este enfoque tiene como objetivo optimizar procesos, minimizar redundancias y alinearse con las estrategias organizacionales. Sin embargo, este proceso presenta retos significativos, además de tendencias clave que las organizaciones deben considerar para implementar con éxito.

Desafíos en la implementación de sistemas de gestión integrados

Un desafío importante radica en la complejidad y la documentación. Implementar varios sistemas de forma independiente puede generar una sobrecarga documental y procedimientos excesivamente complejos.

Cada sistema exige trazabilidad y capacidad de auditoría, lo que puede traducirse en una carga administrativa considerable si no se gestiona de forma cohesiva (Zeng et al., 2010; Luskova & Čekerevac, 2013).

Además, garantizar la alineación con la estrategia organizacional es fundamental. Cuando los sistemas no se integran estratégicamente, su impacto en los objetivos corporativos puede ser limitado (Eriksson & Hansson, 2006).

Otro obstáculo común es la resistencia al cambio. Algunos profesionales de la calidad se muestran reacios a adoptar requisitos ajenos a la calidad del producto, dificultando la integración eficiente (Luskova & Čekerevac, 2013). Asimismo, la falta de estandarización en los procesos de integración lleva a muchas organizaciones a desarrollar metodologías propias o depender de consultores externos, lo que puede ser costoso y generar inconsistencias (Luskova & Čekerevac, 2013).

Tendencias en la integración de sistemas de gestión

Entre las principales tendencias destaca la motivación para integrar sistemas, impulsada por la necesidad de cumplir requisitos regulatorios, satisfacer a los clientes y mantenerse competitivos. La integración simplifica las certificaciones, reduce costos administrativos y disminuye la carga documental (Zeng et al., 2010).

En este sentido, los beneficios estratégicos y operacionales son cada vez más reconocidos, ya que un enfoque holístico facilita decisiones óptimas en calidad, medio ambiente y seguridad ocupacional, contribuyendo a la sostenibilidad empresarial (Turof, 2012; Jørgensen et al., 2003).

En cuanto a los enfoques, muchas organizaciones optan por una integración secuencial, comenzando con un Sistema de Gestión de la Calidad (QMS) y luego incorporando los sistemas ambiental (EMS) y de salud y seguridad ocupacional (OHSMS). Sin embargo, otras prefieren la integración simultánea desde el principio, lo que puede ser más eficiente en ciertos contextos (Mohammad et al., 2013). Por último, se observa una creciente adopción global del IMS, respaldada por el desarrollo y reconocimiento de estándares integrados a nivel internacional (Jørgensen et al., 2003).

La ausencia de un enfoque estandarizado puede derivar en inconsistencias e ineficiencias. Sin embargo, al aprender de las mejores prácticas y experiencias previas, las organizaciones pueden superar estos desafíos, logrando implementar sistemas integrados que impulsen la eficiencia, la sostenibilidad y la competitividad.